Viajé a Buenos Aires de visita sola por dos semanas, pero surgió un cambio de planes que derivó en una visita de dos meses. Me enteré que estaba embarazada a la semana de arribar.
Aprovechando los tiempos modernos y la era de la comunicación, realizamos la prueba de embarazo online. Literalmente mi pareja estaba en China y yo en Argentina, unidos por la ansiedad, anhelo e incertidumbre esperando el resultado.
¡Y si! ¡Para nuestra grata sorpresa e inmensa alegría dio positivo! Caían las lagrimas, se dibujaban sonrisas en nuestros rostros y nos dimos el abrazo virtual mas grande y sentido que podíamos habernos dado.
Esos instantes de felicidad que quedan en tu registro emocional para toda la vida. Y a la vez cargados de temores y fantasmas. Habíamos perdido un embarazo pocos meses atrás que fue difícil de atravesar solos en China. Y así como en ese entonces la tristeza no la pude compartir, si estaba pudiendo compartir la alegría en esta oportunidad.
Recién al mes mi novio pudo tomarse vacaciones y viajo a Buenos Aires.
Entre estudios de rutina, apareció uno excepcional, mi obstetra me mando hacer un estudio especifico en sangre para conocer o descartar que tenga trombofilia.
Para nuestra no grata sorpresa dio positivo. Para nuestro eterno agradecimiento, me lo diagnosticaron a tiempo.
Un mar de preguntas y temores invadieron nuestras vidas. ¿Qué significaba tener trombofilia? ¿Qué riesgo tenía para el embarazo?
Empecé a investigar, a leer artículos y armé este breve resumen para compartir:
“La trombofilia ocurre cuando la persona tiene más facilidad para formar coágulos de sangre, aumentando el riesgo de que surjan algunas complicaciones como por ejemplo una trombosis venosa profunda, un accidente cerebrovascular o una embolia pulmonar. Se trata de un factor de riesgo, no de una enfermedad en sí.
Las mujeres más propensas a tener trombofilia son aquellas que tuvieron dos o más abortos menores a 10 semanas, un aborto mayor a 10 semanas o antecedentes familiares”
En mi caso particular, al haber perdido un embarazado y tener antecedentes familiares, el obstetra me solicitó este estudio especifico. Pero no es considerado un estudio de rutina debido a su complejidad.
“El trastorno de la coagulación de la sangre que ocurre en la trombofilia puede ser adquirido a lo largo de la vida o puede ser hereditario. El tipo de trombofilia llamada síndrome anti fosfolípido (APS), es adquirida y puede generar más riesgo de tener complicaciones en el embarazo como:
- Restricción del crecimiento intrauterino
- Insuficiencia placentaria.
- Preclampsia.
- Nacimiento prematuro.
- Aborto espontáneo.
- Nacimiento sin vida.
Una mujer con trombofilia deberá inyectarse heparina durante todo el embarazo y es posible que deba hacerse chequeos de cuidado prenatal con más frecuencia que otras mujeres que no padecen una trombofilia.”
En la Argentina, lamentablemente el Poder Ejecutivo vetó la ley de Trombofilia en 2017, que establecía la incorporación de los estudios diagnósticos a todas las mujeres en el Programa Médico Obligatorio (PMO).
Muchas mujeres pierden embarazos sin saber que tienen trombofilia y es un dolor psíquico y físico muy grande que se podría prevenir con un diagnostico a tiempo.
Nuestra preocupación, además de la trombofilia, era mi regreso a China, ya que se trataba de un vuelo de 30 horas y había que tomar ciertos recaudos al respecto de cómo inyectarme más dosis en vuelo, usar medias de comprensión, caminar cada dos horas dentro del avión, hacer ejercicios de circulación y, de ser posible, hacer una parada en la escala.
Una vez hecho el ultrasonido con doppler, donde evidenciaba que no tenía hematomas dentro del útero, me habilitaron a viajar. Y emprendimos el largo camino a nuestro hogar.
Yo estaba contenta de regresar, necesitaba volver a mi casa, a mi rutina. Extrañaba la vida en China, pero admito que también dejaba Argentina llena de temores. Me preocupaba como serían los vuelos, si me sentiría bien, sino tendría ninguna perdida, si no me harían problema en los aeropuertos por transportar tanta medicación, etc.
Y una vez llegada a China tenía incertidumbre de cómo tratarían la trombofilia en este país, qué me diría el medico, etc.
¡Pensar que me había ido solo por dos semanas a Argentina y vuelvo dos meses después con esta hermosa noticia! Con esta montaña rusa emocional, llena de alegría, pero llena de temores.
Es todo nuevo: estar embarazada, estar embarazada en China, ¡estar embarazada en China con trombofilia!
Deseo desde lo más profundo de mi corazón que pueda tener un buen embarazo y agradezco eternamente el haber sido diagnosticada a tiempo.
¿Y ustedes? ¿Han tenido alguna experiencia similar? ¿Han tenido algún embarazo de riesgo? ¿Se sintieron tranquilas y seguras encontrándose en otro país?
Hola Natalia!
Soy Anto, Coach Ontológico, argentina, viviendo en Australia como ex pat hace mas de 1 a;o. Comprometida con mi amor brasilero…ahora: felizmente embarazada!
Estoy armando un Programa de Coaching para Expatriados, y mirando que ofrecen mis colegas, te encontré! Y me encanta lo que estoy leyendo y descubriendo.
Gracias, vas a ser mi inspiración. Acá, desde otro continente.
Abrazo grande!
Muchas gracias Anto!! Exitos colega con todo 🙂