Yo no soy un “plus one”

Yo no soy un "más uno", yo tengo un nombre, una identidad, una profesión.

Yo tengo una historia. Virtudes y defectos que relatan mi forma de ser, de sentir, de vivir.

Tengo abrazos para empatizar, tengo sonrisas para regalar, tengo soledades para compartir o callar.

Tengo una patria, tengo comidas favoritas y personas favoritas. Tengo éxitos y desaciertos, que son míos, solo míos, pero no soy "un plus one".

Se quién soy, aunque esta vida expatriada me lo repregunte. Aunque me invite o me obligue a reinventarme, aunque me exponga a situaciones dónde la identidad pueda verse trastocada, pero, aun así: no soy un plus one.

Esto lo escribí un poco inspirada en historias de pacientes o amigas en diálogos que hemos tenido sobre el reconocimiento del cónyuge como un ser individual y no reconocido sólo como acompañante.

El cónyuge en la vida expatriada a veces tiene que transitar el camino de la invisibilidad, del anonimato y eso genera angustia, falta de reconocimiento y tristeza.

El cónyuge no solo tiene que lidiar con su propia crisis de identidad, de reconfiguración, sino que además tiene que enfrentarse a la falta de atención cuando mencionan que son l@s acompañantes.

Pareciera que para "pertenecer" hay que tener rangos, títulos, estatus, puestos (como sino bastara el esfuerzo y valentía que de por si tiene que enfrentar quién acompaña).

Seamos más empátic@s entre los cónyuges. Seamos más cálidos, seamos solidarios. No sabemos cuán difícil puede estar siendo esta vida expatriada en el otro.

El primer paso para dejar de ser "un plus one" es reconocernos y ayudarnos entre nosotros mismos.

Ese fue mi objetivo al crear esta comunidad

Nos vemos pronto!

Saludos,

Nati